lunes, noviembre 17, 2008

El barco fantasma

La noche y su mágica sensualidad
Trae a los marinos del barco fantasma
Al pueblo.

Una ilusión que se quiebra, las noches de tiernas sensaciones
Ya no existe, el barco fantasma
Es sólo una ilusión, una ilusión
Que no debe ser anhelada,
Porque es más una maldición la que nace
De ella que la bendición.

Y la sangre que se derrama convertida en lágrimas
Es mejor que desatar la amargura
De espinas en la putrefacción del corazón
De un marino del barco fantasma.

Y yo, soy uno más
De este barco fantasma:
Una mano que tiembla,
La mirada del recuerdo.

Y con la llegada del barco fantasma
Viene la podredumbre del alma,
Los cadáveres exquisitos


Este es la condena del barco fantasma:
Ser uno más de él.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

y seamos uno más...quiza otro más
me subo
me quemo...

Anónimo dijo...

no dejes la idea¡
quemarse es existir no?
y el barco fantasma puede formar parte de nuestra existencia...pero talvez no de nuestra vida,
depende de cada uno quizas....

no puedes relegarlo al olvido. siemplemente esta ahi.