lunes, octubre 13, 2008

Cuadros de la plaza de Armas

Este poema lo escribí caminando por entre los cuadros de la Plaza de Armas de Santiago de Chile.

De la contemplación
de la ciudad con sus cuadros
en pinturas, el conjuro de convertirlos
en pensamientos.
El murmullo de de la gente
como olas los traspasa,
que como un cosmo escondido
entre los árboles y
Parece que el tiempo se ha detenido
en un reflejo de ojos contempladores
de hombres muertos.
Corredores de espejos y esculturas
que es el reflejo de éste ciudad,
pero que es otra.
En este corredor de espejos
el tiempo se ha detenido
en retratos de otros tiempos.
No vasta con pasar por ahí,
pues es son mundos dentro
de éste mundo,
¿cómo vivir sin mirarlos?
si éste orbe es la suma de todas
las contemplaciones.