jueves, noviembre 23, 2006

Diarios de Verórica



Tal vez la manera más simple de empezar una novela es, nunca empezar. Cada historia que tenga que sea un cuento o un poema o simple prosa, pero una novela es cuestiòn de unión de creación que no está por allí botada.
Después de todo éste tiempo realizando Diarios de Verónica, que aún no puedo terminar, no he tenido ni tiempo para ver los blogs amigos, pero no hay nada como escribir y poder juntar todas aquellas historias que te rondan en la mente. no creo que Diarios de Verónica pueda ganarme esta batalla literaria, no es posible, después de todo soy yo quien la escribe, o quién sabe quién más la está escribiendo.

Crear el mundo de Verónica y Diego, bueno, creo que Diego sabe más, por la experiencia que es crear una novela. Saber que ellos mismo desspués de leer todas esas hojas, tengan su propio pensamiento, vivos.

AL viajar a Isla Negra, nos encontramos un escritor Local, él escribió una novela sobre el ambiente cultural en que se transformó Isla Negra. Lo más simpatico de todo esto fue que nos confesara que tenía una Industria Literaria, habitaciones con maquinas de escribir, no pude dejar de imaginar una indsutria llena de chinos o que sé yo. Después de conversar con él, decidí más que nunca seguir con Los diarios de Veronica, así que ahora con tiempo voy a seguir fechas por fechas, juegos por juegos, historia por historia; sentí que serían historia similares historias casi reales pero más bien fantasticas, donde quiero llamar al juego de la literatura, dejar que el lector sea un propio narrador, donde no existan los límites para leer.

No puedo dejar de pensar que Mariano Salas, así se llama, se atreviera a publicar independientemente, eso me dio un tanto de valor, y no está demás decir que nos invitó a escribir a su casa, para seguir escribiendo y no dejarse llevar por la falta de reconocimiento. Después de todo hemos escrito para nosotros, tal vez para poder descargar todo nuestros sentimiento o tal vez para que podamos decir "escribo". No, pero eso sería simple, sería escribir por escribir, ahora, yo me pregunto ¿por qué escribo ésta novela?...La verdad es que ésta novela breve me molesta en el alma dese hace mucho tiempo, he hablado con Diego sobre ello y con Sebastián también, quiero esa novela fuera de mí, para que otros la disfruten, para que sufran, para que jueguen, para que se rian, para que lloren o que sé yo lo que provoqué.

Se que con un cuento algunos sientieron miedo, a eso voy yo, a eso quiero ir, no dejar de maravillar al lector, que está allí viendo páginas en las cuales una historia se dibuja.